miércoles, 6 de junio de 2018

Dia internacional de la Mujer




El derecho al voto, a tener los mismos derechos que los hombres en el matrimonio, a nivel jurídico, no es una casualidad, no vino del cielo, ni por arte de magia, nada de eso; vino por el esfuerzo imperecedero de mujeres que desde las entrañas fueron revolucionarias.

Cuando se conmemora el Día de la Mujer, algunas personas, por desconocimiento, piensan que es una especie de celebración alegre. Sin embargo, el verdadero origen dista mucho de ser un motivo para sonreír o inflar globos. Lo que verdaderamente sucedió es realmente terrible. Hoy lo podemos recordar pensando que esas injusticias quedaron atrás, pero lo cierto es que aún después de tanto tiempo las mujeres continuamos luchando por nuestros derechos, las luchas de otros tiempos dieron resultados y respondieron a aquellos tiempos, hoy tenemos otros desafíos, otras luchas que conquistar, otras injusticias que visibilizar  no podemos dormirnos en los laureles.
El nacimiento del Día Internacional de la Mujer no obedece a un acontecimiento aislado, sino a las teorías socialistas de la segunda mitad del siglo XIX, así como a diversas acciones emprendidas a principios del siglo XX por parte de mujeres sindicalistas, socialistas y sufragistas, tanto en USA como en Europa, sobre todo en Alemania y Rusia.

La historia de las mujeres no ha sido incorporada a la historia oficial y muchas veces, al no haber sido correctamente tratados, los hechos se han convertido en leyenda, se han deformado con el correr del tiempo o se divulgan con distintas versiones.



Los hechos encadenados que dieron origen a esta conmemoración podríamos resumirlos de la siguiente manera: En 1908, en el East Side de New York, después de un mitin, dirigido por la sindicalista Clara Lemlich, se llevó a cabo una dura y larga huelga de trece semanas, seguida por 20.000 obreras del textil, la mayoría jóvenes recién emigradas, después de la cual se consiguió: el aumento de salarios y la disminución de la jornada laboral, gracias a la sindicación en más de 300 empresas. Los sindicalistas no las habían apoyado. Las sufragistas hicieron suyas estas reivindicaciones uniéndolas a la exigencia del voto femenino.
En 1910, se convoca en Copenhague el I Congreso Internacional Socialista de la Mujer, en el que Clara Zetkin (líder socialista alemana) hace un llamamiento para declarar un día de acción internacional para consolidar lazos de solidaridad entre las socialistas y para exigir el sufragio universal femenino. Esta primera celebración se produce el 19 de marzo de 1911.

El 25 de marzo de 1911 -seis días después-ocurre en New York la tragedia de la fábrica textil Triangle Shirt Waist CO., en la que murieron carbonizadas más de un centenar de obreras, porque el patrono había cerrado las puertas para evitar el pillaje  al producirse el incendio y nadie les abrió para que  pudieran salir.

Las sufragistas hicieron suyas las protestas de las obreras, denunciando las malas condiciones de trabajo y exigiendo medidas de seguridad.
Por otra parte, se sostiene que las primeras fechas de esta celebración oscilaron entre las últimas semanas de febrero y las primeras de marzo. En USA, las socialistas celebraban el Woman's Day la última semana de febrero, desde 1908. En Alemania el 19 de marzo, hasta que el 8 de marzo de 1917, las rusas se manifestaron en San Petersburgo exigiendo alimentos y marcando el comienzo del proceso revolucionario de octubre.

Por todo ello, lo que se conmemora en realidad es una lucha y una alianza entre mujeres: un paso adelante para la obtención de los derechos laborales y políticos y la acción conjunta y masiva de muchas mujeres del mundo, lideradas por sindicalistas y sufragistas.

La fecha del 8 de marzo es internacional y REIVINDICATIVA. Necesaria aún para realizar un balance anual del estado de los derechos y la situación de las mujeres.
La ONU, en la década de la Mujer (1975-85), hizo suya esta conmemoración, proponiendo que se llamara “Día Internacional de las mujeres”, manifestando así que, salvo las ricas o impedidas, casi todas las mujeres del mundo son trabajadoras, asalariadas o no y que se hallan en desigualdad de condiciones, de derechos, de trato o de oportunidades, por el mero hecho de serlo.[1]

Hoy en día persisten aún discriminaciones en razón de sexo y de género: deberes para ellas que los hombres no tienen y derechos que ellas no pueden ejercer o ejercen con dificultades añadidas. Y, mientras estas situaciones existan y persistan, el 8 de marzo sirve para recordar los logros, alertar sobre los retrocesos y llamar la atención internacional sobre la agenda pendiente.



[1] ALVAREZ GONZALEZ,. “Los orígenes y la celebración del día Internacional de la Mujer:”.Univ. Oviedo. ed. 1999


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